El portero Carlos Sánchez, de 32 años, se convirtió en junio en uno de los 3.969.661 españoles que buscan empleo. En su currículum figura, entre otros, un palmarés futbolístico brillante: un equipo como el Real Madrid, donde ganó una Liga y una Champions, un trofeo Zamora con el Castellón hace sólo tres temporadas, una licenciatura en Ciencias Económicas y el título de entrenador de primer nivel.
A Carlos Sánchez nunca se le pasó por la cabeza cómo sería un domingo sin fútbol, por lo menos sin vivirlo en primera persona. El portero madrileño, de 32 años, ha pasado a ser, por circunstancias del destino, uno de los 3.969.661 españoles que buscan trabajo, y uno de los 385 futbolistas profesionales que figuran en la lista del INEM, según el Ministerio de Trabajo.
Carlos tenía contrato con el Castellón por una temporada más, pero una cláusula por la que si el equipo descendía se rescindía de forma automática su contrato, le dejó en el paro. Este verano le salieron varias ofertas, pero no acabó de cuajar ninguna. Además de portero, es economista y entrenador de primer nivel. Y aunque no descarta "nada", reconoce que su prioridad es seguir jugando al fútbol, motivo por el que sigue cuidándose y entrenándose, por la mañana en el gimnasio, y por la tarde con el Puerta Bonita, de Tercera División.
El 31 de agosto acabó el plazo del mercado de fichajes estival. Ahora, con la carta de libertad, sigue esperando a que algún equipo le fiche, aunque sabe que, con la temporada ya comenzada, es mucho más difícil y más aún en su puesto. Mientras, confiesa que vive con "rareza" sus particulares "domingos al sol".
"Todavía estoy adaptándome a mi nueva situación. Se me hace muy raro. Estoy en una fase de tomarme las cosas con tranquilidad y no agobiarme mucho viendo fútbol. Veo algún resumen que otro, me entero de cómo han quedado los equipos, pero nada más. Es como si me faltara algo, sobre todo los sábados al no tener que viajar, no concentrarme con el equipo y saber que no tengo partido. Por el contrario, ahora los domingos salgo con la familia, me voy con los niños al parque En fin, la vida de un padre normal", relata Carlos Sánchez.
El de Carlos no es un caso aislado, pero sí sorprendente, sobre todo porque lleva sin parar en el fútbol desde los 16 años y porque en su dilatado y brillante palmarés figura una gran empresa, el Real Madrid, el club donde comenzó. "Lo que me está pasando es la vida real. En el Madrid estuve diez años, hasta los 26, y allí coincidí con César, Iker... Luego he pasado por el Poli Ejido, Almería y, por último, Castellón, pero siempre he estado con equipo". Fue precisamente en el Castellón donde hace sólo tres temporadas, en la 2007-08, conquistó el trofeo Zamora de Segunda (27 goles en 33 partidos), tras acabar como el portero menos goleado de la categoría. En Primera, el galardón fue para su ex compañero y amigo Iker Casillas.
En el INEM.
Si apuntarse al paro fue una experiencia nueva para Carlos, no lo fue menos para la funcionaria que le atendió en el INEM de su localidad, Leganés. "Cuando la chica me preguntó qué había hecho y yo le dije que era futbolista profesional, me aclaró que de eso no iba a encontrar allí. Yo le respondí que en un mes esperaba tener algo, pero al final no ha sido así", relata.Carlos es un parado más. Cobra su subsidio (unos 1.100 euros) y recibe ofertas de cursos de formación, la última de gestión de empresas. Considera que la gente está muy equivocada sobre los privilegios de los futbolistas: "Hombre, si por privilegiado se entiende dedicarse a la profesión que te gusta, pues sí, lo somos. Lo que ocurre es que en los medios se vende al futbolista de alto nivel, que son pocos. Luego tienes a la mayoría, el típico currante del fútbol, que se ha dedicado toda su vida a jugar en Segunda o en Segunda B. Ahí la situación está realmente complicada. Si se escarbase en estas categorías, se encontrarían auténticos dramas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario